CHEN DEL LLEREL. EL HABITAR DONDE SE UNEN SUJETO Y OBJETO.



Las Monulas logran que se desvanezca una de las más grandes e injustas separaciones de las que ha sido víctima la percepción humana: la separación entre sujeto y objeto. 

Al plantear la pregunta por excelencia de Chen del Llerel, ¿Quieres mirarme? Se destruye toda la tradición filosófica que separa al sujeto del objeto. Con las Monulas nos hacemos uno con las texturas del mundo. Cuando las miramos somos ellas y ellas también se vinculan con nosotros. Ahora yo soy ellas. Mi ser se extiende hacia la carne del mundo. Y la carne del mundo se extiende hacia mí para que de ese encuentro surja el color de una nueva mirada. Nueva, plena, espontánea y afectivamente vinculante con todo lo existente. El hombre-totumo se funde con las texturas del mundo. Sujeto y Objeto en una única mirada.



 

Comentarios

  1. Acertada reflexión, pues las Monulas de alguna manera conectan con el sujeto, y le dan sentido, o más bien ¿será el sujeto quien le da sentido a las Monulas? es una cuestión interesante.
    Ahora bien, sin importar cual sea la respuesta correcta, o adecuada, el punto es que estas dos convergen y dan sentido a la verdadera esencia del mundo, me convierten a mí, y convierten al objeto, mi ser se despliega a distintas miradas, escucha, siente, olfatea, degusta y ve la belleza en cada una de las Monulas, así que evidentemente hay una relación sujeto-objeto, la cual nunca debe separarse.

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