LAS MONULAS Y EL HABITAR HUMANO


«¿Cuál es esa relación sublime en la que está el ser-ahí con aquello que lo rodea? En la experiencia de esa relación hacemos la prueba del espíritu y de lo espiritual (…) La relación no concierne a los objetos, dice Hölderlin, no es la relación del “sujeto” con los “objetos”, la cual [está] la mayoría de las veces determinada por el [reino de la] necesidad, en tanto que los objetos son lo que nosotros elaboramos y utilizamos como fines y metas destinados a satisfacer las necesidades que despierta en nosotros la necesidad [apremiante].


El ser-ahí está, con aquello que lo rodea, en una relación sublime que lo eleva por encima de la relación del “sujeto” con el “objeto”. “Sublime”, aquí, no significa solamente que planea por encima, (…) la relación sublime da acceso a lo que domina por sobre todos los objetos y sobre el ser-ahí, y que, al mismo tiempo, sostiene todo eso. ¿Y qué es? (...) A lo que de ordinario nos rodea, los objetos particulares (=los “objetos”), lo llamamos también ente, lo que es. Pero este “es” en el nivel del ente no es a su vez algo de ente, sino lo que deja primero a todo ente ser un Ente y por esto lo rodea de cuidados y lo protege. Lo llamamos Ser. La relación sublime en que el ser-ahí está, es la relación del Ser con el ser-ahí, de tal manera, es verdad, que el Ser mismo es esa relación, que relaciona así la esencia del ser-ahí en tanto esa esencia que está en esa relación y, al estar en ella, la mantiene bajo su guarda y la habita. En lo Abierto de esta relación del Ser con la esencia del ser-ahí hacemos la experiencia del “espíritu”- él es lo que gobierna a partir del Ser y, probablemente, para el Ser.» 


Martin Heidegger, La Pobreza p. 101, 103, 105.


 

Comentarios

  1. Este habitar humano es muy importante para nosotros como seres porque nos está permitiendo estar ahí con todo aquello físico pero a la vez humano que nos rodea, hace que tengamos una experiencia desde el ser, desde lo más profundo de nosotros para crear un vínculo que nunca pueda romperse. Asimismo debemos tener en cuenta de que cuando se nos menciona esta relación sublime pues está siendo profunda, armónica pero lo más importante puede notarse en que llena nuestro espíritu y por esta razón puede también llevarnos a enfrentar la realidad de que somos seres no solo corporalmente sino de igual forma espiritual y sentimentalmente.

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  2. Esta relación silenciosa sobre el "ser-ahi" es algo bastante complejo. Aunque, si lo miramos a fondo es algo que nos rodea cotidianamente cuando dejamos de buscar la lógica del "ser-ahi". Mediante objetos encontramos nuestra propia relación del "ser" y lo que nos aleja de ser solo un "ente ".
    Hay que pensar , cuestionar y reflexionar sobre aquello no material que nos da el "ser-ahi". Pues así, encontramos nuestro espíritu que siempre está con nosotros y no necesitamos construirlo; solamente cuidarlo. pero, muchas personas se dejan llevar por el mundo que los rodea obligándose a encajar con una sociedad consumista que los vuelve "pobre-ricos" de manera vanal . solo para poder existir de una manera socialmente buena sin embargo, siempre olvidamos la pobreza espiritual y lo que es realmente mostrar nuestro "estar-ahi". No solo dejar tonterías materiales que pueden desaparecer sin dejar prueba alguna de nuestro ser.
    siento que poco a poco vamos perdiendo esa conexión espiritual dejándonos llevar por lo que está de moda , lo que es lindo o simplemente lo que tienen las demás personas siendo que hay algo que nosotros tenemos y no cuidamos como deberíamos. damos por hecho que por estar ahí estará bien. las monulas nos ayudan a ver mucho esas pequeñas cositas que ignoramos centrados tan superficialmente en el mundo de bienes materiales.

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  3. Por, Brayan Daniel Patiño Vera

    Las cosas me rodean, tengo muchas cosas, ahora mismo estoy con ellas pero, no siento su compañía ¿realmente lo que nos rodea es importante para ser nosotros? El problema es el enfoque dado a nuestra existencia, nos preocupamos más por lo material, me defino por donde vivo, que tengo y donde trabajo, pero, nos hemos olvidado del yo (ser). Nuestra vid se esta resumiendo a alimentar ese ego material, pero, con poco cultivo del ego espiritual.
    Tenemos que volver a lo esencial que es nuestro ser y nuestra felicidad, las cosas materiales muchas veces nos servirán, pero, nunca nos terminaran de llenar, porque nuestro ser requiere más que la materia.

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  4. El ser=ahí implica sumergirme en el presente, destinar mi ser y mi tiempo en el ahora, en el presente y ser consciente de los objetos que me rodean. ¿Porqué están ahí?, ¿los quiero ahí?, ¿Qué representan? si tengo las repuestas a las preguntas, entonces soy consciente y estoy en el presente consciente.

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  5. El estudio como sitio preciado. la historia y el tiempo pasado ahí dentro. El cómo comportarse y el tener una segunda habitación llena de responsabilidad. en que puedo llevar a los amigos y los extraños a los que les gusta la música y los que les gusta el juego. Vicios y y responsabilidades, llantos y felicidades. moralmente me enseño que es un lugar tan privado, que puedo ensenárselo a los demás y los que lo entienden bienvenidos y los que no lo entienden fue solo un cuarto mas, un estudio más.

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  6. La prehistoria es ese periodo de tiempo en el que aparecen los primeros seres humanos, dando inicio a una serie de eventos que modificarían la vida posteriormente. La relación fenomenológica con ese suceso, entra en el marco de lo primitivo, ese ser que está conociendo por primera vez el mundo y se sirve de las cosas de su entorno para poder forjar un habitar. De seguro, estos seres se preguntaban ¿Qué es esto? ¿Para qué sirve? no de manera tan textual.. pero sí se hace evidente en los comportamientos que tuvieron al entrar en contacto con los materiales de su entorno. Ese contacto "primero" que estos seres tuvieron con las materias primas y su posterior modificación, el ir aprendiendo de ellas, entra en el marco de la fenomenología, por ejemplo, en el habitar y en el querer ir a la esencia de las cosas desde su uso, pero también buscarlas desde su lado primitivo. En ese entonces había un verdadero contemplar y apreciar del entorno por cuanto conforma una parte esencial de cada individuo. Esa visión de mundo es de la que carecemos hoy en día, estamos rodeados de millones de cosas a las que no les vemos ningún sentido porque no estamos en actitud primitiva de buscar esa esencia (no metafísica) de las cosas y no hay una pretensión por significar las minucias de la vida.

    Y es por ello que le veo tanta importancia a la arqueología, porque tiene una visión focalizada en una época y en lugares específicos, en los que se sirve de esa mirada primitiva para ahondar en la historia. De tal forma que se puede ver como surge lo bello, no sólo en el llegar a la esencia sino el ejercicio reflexivo que lleva a volver a mirar el pasado en un sector localizado para encontrar los restos de lo que una vez fuimos.

    Diana C. Gutierrez. V

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  7. Una manera de reconocer la intimidad del hombre, es reconociendo sus propios tiempos, aquellos tiempos que todos habitamos; el tiempo de amar, de descansar, de trabajar, y unos de mis favoritos es el tiempo de extrañar.
    No todos habitamos el mismo tiempo, pero siento que cuando más podemos conectar con otras personas es cuando podemos compartir esos espacios para reír o incluso para llorar y eso es hermoso. Es hermoso poder darse cuenta que el habitar tiene muchos sentidos, uno temporal, otro locativo, otro propio y otro ajeno. Nunca podremos dejar de hacerlo, el habitar está ligado a nuestra naturaleza humana; como el maestro que nos habita a través de sus lecciones, o el espacio que nos habita a través del recuerdo.
    Espero poder vivir mi vida llena de esos hábitos, o como dijo A.A. Milne "Qué afortunado soy de tener algo de lo que cuesta tanto despedirse."
    Sebastián Felipe Guerrero Amaya

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  8. El ser-ahí representa la relación de lo mistico, de aquello que nos trastoca de manera fisica y espiritual. El ser-ahí es eso que se encuentra dentro de nuestra cotidianidad, y es eso que permite que se despliegue lo cambiante, lo que nos define sin definirnos; pues, el hombre es posibilidad en cada pequeño instante. Por otra parte, el ser-ahí da paso a la reflexión de nuestra existencia, ya que, es aquí donde se conoce la intimidad del ser y, por consiguiente, lo simple; lo único.

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  9. Maribel Becerra Gómez30 de mayo de 2023, 8:33

    El Ser es espacial y es acontecimiento, es decir, se trata de ese complejo mundo de relaciones establecidas en el espacio, es el tejido del ser-ahí. En el Ser encontramos la relación única, particular e irrepetible que cada ser-ahí establece con el mundo, en donde este conjunto de relaciones nos hacen ser quienes somos, en otras palabras, quien sabe de sus intersecciones/relaciones se conoce mejor. A diferencia del Uno, cada ser tiene sus gustos y afinidades particulares con el mundo, hay veces en las no sabemos del todo la razón por la cual tenemos ciertos gustos específicos, sino que simplemente en algún momento de nuestro tiempo ontológico son cosas que nos hacen encender una llama desde nuestra alma, nos sentimos plenos y esas cosa que nos gustan, nos empiezan a identificar.

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  10. Conociendo la pérdida del sentido del Ser, cabría preguntar ¿qué tan bien hecha está la definición de este [el sentido]? ¿Realmente estamos preguntándonos por lo que el sentido significa? Aunque de manea abstracta podamos asumir qué representa un sentido en la vida de cada uno de nosotros, qué nos impulsa, mueve, conmociona o transporta... en un término traído a un área más palpable del lenguaje humano, ¿qué podría asimilarse como tal? Por ejemplo, ¿conduciríamos con sentido, de manera estricta, aún sin conocer la dirección, sólo por el hecho de estar andando? Si bien "todo" está permeado de ciertos sentidos, considero que entre más activos o conscientes se tornen, mayor sentido tienen a la hora de orientar los pasos siguientes, las decisiones, las determinaciones que apuntan "al futuro" mediante la observación y el contacto con lo actual; aquello decisivo que aún en el detalle más pequeño puede hacer diferir un ser humano de otro. Cada ser humano, cada ser ahí establece su propia manera de estar con el mundo mientras se va descubriendo, clarificando (aunque pueda ser, lamentablemente, sólo posible a ojos ajenos en caso de desmedida pretensión del Da-sein consigo mismo). El sentido toca, hace contacto notorio, se palma como al acercarse poco a poco al fuego, un poco con temor ante el ardor y otro con alivio ante la acogida del calor. Definirlo individualmente, siquiera para sí mismo, otorga valor a dicha dimensión; valor en tanto peso, en tanto verdad, en tanto que querrá defenderse con "todo", aquí y ahora.


    Sofía Ávila

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  11. En lo que me rodea, en aquello que se me presenta intenta buscar la manera de tener una relación sublime. Cuando pienso en lo que me rodea, designo primeramente a los objetos, tanto a los que están a la mano, es decir, aquellos hechos para satisfacer una necesidad. Como a aquellos que están allí, cuyos fines no son delimitados. Todo esto que me rodea es ente, pero ¿con estos podría establecer una relación sublime?
    Antes de responder a la pregunta, es mejor establecer qué se entiende por relación sublime. En este tipo de relación se está fuera del paradigma de la relación sujeto-objeto, relación determinada en la mayoría de las veces, al estar por encima, se logra tener un acceso a lo que domina, por sobre todos los objetos, sobre el ser-ahí y, además, es el sustento de todo eso. Está relación, en la que la esencia del ser-ahí está en esa relación, es a lo que Heidegger llama el Ser.
    Hasta acá me es necesario establecer entonces, qué hallaré en la relación sublime, pues, si no es en el nivel de algo de ente, entonces, debe ser lo que deja primero a todo ente ser ente, es decir, al tener una relación sublime hallaré al espíritu, podré acceder a una experiencia de este y notar cómo gobierna a partir y para el ser. Este gobernar, es cuidado y protección, pues, si el ser es la relación misma, esta relación rodea al ente y al ser-ahí para cobijarlo y relacionar su esencia.
    Es entonces necesario encontrar la experiencia de lo espiritual por medio de la relación sublime que pueda tener con el Ser. Identificarme e identificar en el cuidado y la protección de aquello que me rodea, entendiendo, que la relación que nos sostiene somos nosotros mismos.

    Nelson Fabián Piraquive Rubiano

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