LAS OLAS. VIRGINIA WOOLF Y LA TEXTURA DE LO INFORME






"No soy uno y determinado. Soy múltiple y diverso" Virginia Woolf.

Fieles al movimiento y a la desocultación de esencia de la Fenomenología, los personajes del libro "Las Olas" son reflejo del ser comprendido como disolución de las formas. 
Jinny, Louis, Susan, Bernard, Neville, Rhoda. Todos acomodan y reacomodan el ser en diálogo exquisito con el tiempo. Con las horas del día. Con las Olas...
No forma. Solo esencia palpitante. Forma que percibe. Forma que siente. Forma que se funde. Forma que vive, revive y muere cada vez, al vaivén de lo único inmutable: El cambio y el movimiento del ser.

 

Comentarios

  1. Encuentro una relación estrecha entre el habitar el mundo del caracol cono (uno de los peces más raros del mar) y Rhoda (personaje de Las Olas), debido a que en algún punto ambos deciden esconderse y ensimismarse para no tener contacto con lo externo. Por ejemplo, hay un reflejo de la inseguridad que puede padecer Rhoda en cuanto a sentirse un poco ajena a su grupo y a sí misma, cuando menciona que "no tiene cara" y si llegase a tener le gustaría ocultarla, pasar desapercibida. Y esto lo comparte con el caracol cono, pues él primero carece de un rostro fijo, posee sólo su caparazón, sus ojos y su "trompa". Él no quiere ni necesita ser visto por los otros, sino por el contrario, su facultad de camuflarse y recogerse es lo que le permite sobrevivir y atacar. Desde su mirada e instinto puede desenvolverse en el mundo marino que se caracteriza por el movimiento y el cambio, características que hacen parte de la cotidianidad de Rhoda.

    Pensando en la relación que podía encontrar entre esos personajes, me di cuenta que yo me encontraba de cierta forma también implicada y que comparto mucho de sus formas de habitar el mundo. A veces siento que mi rostro se funde con el de los demás y que es mejor ocultarse, vivir la vulnerabilidad dentro de un caparazón, estar un poco oculta y analizando situaciones. Pero, también a pesar de estar en un vaivén lento de la vida, mantener una mirada atenta a los peligros que puedan acaecer y actuar rápidamente. El ejercicio de pensarme como un animal "raro" me hizo preguntarme ¿Quién no lo es? ¿Hay alguien normal? Si clasificar dentro de lo raro implica salirse de los esquemas, las etiquetas y la vida aburrida, entonces quiero ser Rhoda y un caracol cono raro toda mi vida y moverme por las profundidades de mi ser móvil y cambiante.

    Hay algo que dice Rhoda: "Yo oscilo y cambio, y en menos de un segundo devengo transparente". Tal cual lo hace el caracol cono y tal cual lo hago yo cuando me siento en peligro. Ese mecanismo de defensa trata de activarse para que la vulnerabilidad y el temor se encierren en el caparazón, en el cual no se encuentra sólo una casa sino también un refugio, que en últimas es uno mismo. También siento que esa actitud lenta, pero a la vez atenta que se evidencia en el caracol cono, en Rhoda y en mí misma, sirve para la contemplación de lo cotidiano, la relación con los otros y con el entorno, factores que en última instancia me permite conectar con lo que soy.

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    1. hecho por: Diana Carolina Gutierrez Valcarcel :(

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  2. Las historias y las letras nos acompañan en cada uno de nuestros momentos, y aunque muchas personas nieguen su gusto por aquello tan poético es algo que viene en nosotros, cotidianas reflexiones que nos permiten vivir día a día, no siempre igual, unos días más coloridos que otros, algunos acompañados de aromas y palabras enigmáticas que surgen en el ser, así como Bernard.

    Un chico profundo, que se cuestiona cada situación, un chico que a mi parecer se encuentra en la orilla del mar analizando y profundizando en esa gama de azules, dándose cuenta como la profundidad no solo se encuentra en el agua sino también en el cielo, en la vida, los que somos como Bernard somos un blanco fácil por aquella misteriosa forma de ver el mundo, y mientras todos están nadando en el mar, podría decirse que Bernard está en la orilla; como el lagarto basilisco o Jesucristo. Un pequeño y al parecer indefenso animalito que se queda en la orilla del mar cazando, variedad de colores en su especie; sin embargo, al igual que en las profundidades, los peligros no han de faltar, enemigos que buscan devorarlo en cualquier momento, y este animal a primera vista parece que no se da cuenta de nada, que es una presa bastante fácil, y en el momento que es atacado, solo corre por encima de las aguas (de allí lo de su apodo – lagarto Jesucristo) y logra pasar a la otra orilla, dejando a su enemigo anonadado y sin nada que hacer.

    Por alguna conexión y latido profundo, logro ver a Bernard en este lagarto, y de una u otra forma me veo a mí, aquel personaje profundo está siempre analizando cada movimiento. hasta como una telaraña y la mosca funcionan o si debe darle libertad a la mosca. Este personaje se cuestiona siempre, sabe que historias siempre habrá, letras y pluma no han de faltar para registrar cada andar. Al igual que el lagarto analiza y cruza, Bernard lo hace a través de su profundidad, aunque parezca indefenso correrá en aquel mar de pensamientos, en la otra orilla podrá encontrar más historias que contar y lograr así una inmensidad en una larga vida a la orilla del mar.

    (Elizabeth Peña)

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  3. La imagen que más me marco del documental con relación al texto, aunque muy breve y tampoco el más extraño, fueron las tortuguitas al nacer. Esas criaturas tan inocentes, al nacer ya tienen muy claro que su objetivo es el mar, y su vida después de eso es muy intuitiva, flotar, llevadas por las olas. Ningún animalito en el documental se esfuerza en vivir, ninguno se esfuerza en ser, vemos ese mismo comportamiento en todos los personajes del libro, todos tienen una manera muy natural y correspondientes a sí mismos.
    En ese sentido hay que envidiar a la naturaleza, que de manera tan simple sabe como se debe actuar, si hay hambre se busca y se come, si hay que reproducirse se lucha y se aparea (Cosa que me parece chistosa, que el macho es el pomposo en casi todos los animales) La naturaleza hace todo sin soliloquios o preguntas, y aún así me gusta apreciar la capacidad de dar cuenta de todo lo que uno ve, me gusta pensar que somos la naturaleza apreciándose a sí misma.
    No poseo una gran sensibilidad literaria, pero Las olas me han dado la oportunidad de ir en el bus viendo como somos todos tan iguales y tan distintos, tan complejos y simples a la vez, todo siendo tan hermoso, cuántas historias de caras desconocidas y cuántas historias que nunca se recordaran.
    Sebastián Felipe Guerrero Amaya

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  4. A lo largo de la obra el personaje de Rhoda representa el miedo a lo externo, el rechazo hacía la humanidad probablemente partiendo desde un sentido de auto rechazo, es alguien quien vive dentro de su propia cabeza para refugiarse de un mundo completamente extraño y aterrador para ella. Trata de vivir su vida mediante el rostro de otros, escondiéndose de su propio reflejo y protegiéndose dentro de su propio sentido de soledad y encierro que hace que cualquier contacto con el mundo externo a su imaginación sea prácticamente imposible.

    De tal modo puedo hacer una conexión entre lo que representa Rhoda con la figura del “Pez Sargazo”, un pez quien se camufla con su espacio para que nadie pueda verlo ni percibirlo, puede ver todo su entorno sin la necesidad de fundirse con él. Rhoda es una eterna espectadora de un mundo el cual ella rechaza hasta el punto de desconectarse completamente con él, y a diferencia del “Pez Sargazo”, su presa y victima no son los otros, sino es ella misma a quien termina devorando sin haberse dado cuenta.

    “He de esperar largas horas dijo Rhoda. antes de poder apagar la luz y yacer, suspendida en mi lecho, por encima del mundo, antes de que descienda la noche, antes de poder dejar crecer mis árboles cuyos verdes pabellones se estremecen sobre mi cabeza. Aquí no puedo hacerlos crecer. Las gentes los derriban con sus preguntas, con sus interrupciones” – Virginia Woolf, Las olas.

    -Paula Quintero

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  5. Frente a los personajes del libro; en mi caso, tomaría a Susan a quien podría asemejar con el pez rana ¿De qué manera? en principio, con base a su actitud que definitivamente no encaja y podía considerarse como extraña, diferente e incluso excluible (En otras palabras, rara). Es equivalente al pez rana que no está diseñado ni para estar en el agua ni para estar en la tierra, sus movimientos y actuar es raro, además de que toda su estructura se torna diferente en sí misma a los demás peces.
    Al igual que Susan, su actuar, su comportamiento y su habitar no encaja como tal con el de los demás peces; y aún así, tal cual como lo hace susan sigue frente aquellas cosas que le causan obstáculos en su habitar sin quedarse atrás a pesar de las crisis.

    Sobre la imagen que más me marcó del documental fue la imagen de los pulpos: en el documental nos hablan sobre su reproducción sin embargo dándome a la tarea de investigar más frente a ellos, me han marcado, en especial el pulpo macho: Tal cual como dice en el documental, el pulpo macho se desprende de uno de sus tentáculos alejandose del pulpo hembra ¿Por qué? esto porque al quedarse a su lado correria el peligro de ser atacado por ella. Y aún así, a pesar de correr este peligro, no se aleja de ella. de hecho, a cierta distancia defiende a la hembra de sus depredadores. El sentido de Su habitar en el mundo recae en el hecho de cuidar a aquellos seres u objetos frente a los cuales tiene un vinculo en teoría, especial. y este hecho de dar todo por algo u alguien importante quizá, de cierta manera llego a identificarlo con mi propio habitar.

    Por otro lado, el pulpo, en caso de ser necesario, termina por sacrificar su propio ser para el bienestar de sus crias y la hembra, o sea, se sacrifica para aquellos que se encuentran bajo su responsabilidad.

    Estos peces me han marcado.

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  6. La selección de personaje me llevó hasta Susan y su interés empecinado en la maternidad. La identifico con los sapos de Surinam y su característica forma de tener sus crías. Pasar de huevos a celdas en la espalda implica una entrega total al cuidado de los hijos. Hay una dedicación o una especie de vocación para ser madre. Quizá la relación también está expuesta en ese llamado de la carne a ser…

    Tomar la decisión de ser madre parece un tópico ideal. Esto porque muchas veces no se decide con ánimos calculatorios, acontece sin un plan en medio. Pese a esto, la pregunta de si ser o no ser madre retumba en los pasillos, pero también se profundiza en ese “ser madre” ¿Qué es? ¿Cómo se es madre? La reflexión invita a vernos desde lo esencial, desde los deseos y llamados profundos ¿Estoy llamada a ser madre?

    Si bien el cuerpo femenino está dispuesto a generar vida, una madre también puede serlo de diferentes maneras. En las manos puede existir el cuidado del otro, con independencia al sexo biológico. Germinar vida también es estar presente para los cuidados, sostener. No hay un prerrequisito para tener una actitud de cuidado frente a lo otro. Como tampoco el cuidado tiene que relacionarse con ser madre, pues esta actitud de apertura entiende que tanto la planta, el agua, o uno mismo, precisan una mirada vital.

    Marian Alfonso.

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  7. El mundo siempre está lleno de cosas ignoradas por nosotros, generalmente creemos conocer, pero al conocer nos damos cuenta de que hay más y más, es un infinito lleno de paradigmas, somos materiales vivientes en un mundo diferente; cada día nos sentimos diferentes, vamos cambiando en cada segundo, pero también logramos regenerarnos, logramos restaurar aquellas fisuras que me dañan el corazón, el alma y la vida.
    Somos como la tela, aquellos materiales cotidianos que ignoramos, cada textura textil es diferente, cada textil expresa algo diferente, podemos ser prendas completas, pero también ser retazos olvidados, retazos reutilizados en otras prendas, a veces tan solos, a veces haciendo parte de un algo. Estamos rodeados de telas, nuestra ropa, en nuestra casa, la ropa de nuestros amigos, estamos tan rodeados de ella que ignoramos su importancia y utilidad, olvidamos el proceso que debe tener para ser lo que es. Pasamos por maquinas para ser remendados, nuestro corazón debe estar lleno de parches que cubren cicatrices.
    La tela es moldeable, a veces soy lino, me siento libre y relajada, pero otras veces soy terciopelo y solo quiero que mi corazón este calientito, otras veces soy lana, un poco más rústica; como sea, siempre soy texturas diferentes, siempre necesito de una aguja, la guja de la realidad que me lleva a afrontar la vida, tan cerca pero tan distante, tan llena de historias, lágrimas y emociones, tan llena de colores, estampados e hilos, generaciones que he pasado para ser quien soy así soy, soy retazos de tela unidos que forman lo que soy.
    (Elizabeth Peña)

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  8. Santiago Santacruz
    ¿Que se puede ignorar? ¿Cuánto se puede ignorar? preguntas que nos pueden surgir cuando encontramos en nuestro cuarto las cosas pequeñas que hacen que esa habitación sea nuestra. Nuestra en forma de sentimiento y en forma de presencia, aunque sea la mínima cosa que nos haga sentir “ como en casa” el ejemplo de un vaso que lleva en el estudio más de un mes que es con el que se toma café por las mañanas y ya tiene el redondel en la mesa o los papeles regados de trabajos pasados que proyectan una añoranza por una comodidad dentro de esas cuatro paredes sentimiento que si se pusiera los mismos elementos en otra habitación se siente incómodo se siente como si fuera un extraño. el sentirse joven como y verse como un león. adolecente como un lobo y después en la reflexión de adulto sentirse como lo que suceda en el futuro la añoranza de su propia identidad dinámica en su estaticidad

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  9. Si hay algo que me ha gustado del seminario, ha sido la crítica contundente a la filosofía que se ha ido tratando a lo largo del tiempo, tanto la tradicional como la moderna, y al mismo tiempo remirar y reinterpretar a aquellos filósofos que por mucho tiempo han sido colocados en un altar y cuya doctrina ha pasado a ser un baluarte ideológico como en el caso de Aristóteles y Nietzsche. Y es que con esta nueva mirada conseguimos, en primer lugar, una redirección y adaptación del discurso de estos filósofos a la vida misma, sobre todo de aquellos que han sido la fuente de la metafísica, de las verdades objetivas, del seguimiento de normas sistemáticas que tienen como objetivo, supuestamente, la búsqueda de la felicidad y de una vida totalmente desarrollada y segura, puesto que como seres humanos, por más que queramos salirnos del mundo o tratar de idealizarlo de una manera para encajarlo a nuestra perspectiva, siempre estamos sometidos por la naturaleza misma y por nuestra imperfección, lo que motiva a saber organizar la vida de una forma más responsable en el aquí y en el ahora, en el instante.

    Y en segundo lugar, esta reinterpretación nos ayuda también a mirar lo estético que se encuentra en nuestro interior. Al mirar nuestra belleza interior y sacarla, le damos un sentido característico a nuestra vida, no es sólo el querer buscar un lugar en el mundo o un propósito, cuestión que si se abusa de él se vuelve un absurdo incapaz de conseguirse, sino en el hecho de aceptar que el mundo es ajeno a nosotros y aquellas personas que nos rodean, que queremos y que pensamos que nos quieren, pueden defraudarnos. Es una mirada mucho más quieta, realista y, aunque parezca desalentadora, nos da la oportunidad de sentirnos especiales por nosotros mismos y con ello ser responsables de nuestras acciones, tanto para con nosotros, con los otros y con el mundo, siendo está, quizá la manera en la que puede surgir la belleza en nosotros, una belleza capaz de organizar y de emborrachar como Dionisos nuestra vida, que nos enriquece de experiencias y nos permite ser soñadores.

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