CHEN DEL LLEREL Y LAS MONULAS PERCIBIDAS COMO LIBERTAD.



¡Sí! ¡Quiero mirar! ¡Quiero mirar de nuevo! ¡Renacer de nuevo en el ser de tu textura! ¡Quiero mirarte, Monula! ¡Ranacer contigo a la luz del color de un nuevo sentido! ¡Liberado de lo ya mirado, libérame de Medusa! ¡De la piedra de lo ya clasificado, separado y delimitado! ¡Quiero mirarte, Monula! ¡Quiero liberarme del Ojo Graya! ¡Del ojo- uno, del ojo- masa, del ojo ideológico, ojo manoseado, sucio, pegajoso, intercambiado por miles y miles de miradas! ¡Sí Monula! ¡Bella textura que me invitas a habitar la única y genuina libertad, la libertad de la belleza vinculante! ¡Quiero mirarte Monula! ¡Y habitar en la inmensidad íntima de tu esencia fresca y renovadora!


 

Comentarios

  1. En la noción misma de la monula, como ser que invita a ser infinitamente redescubierto con la mirada, nos encontramos ya su relación con la libertad. Una sola mirada, la general, que es fruto de la opinión de Lo Uno, es limitante y violenta. Aferrarse a la mirada del mundo sobre un hecho es entregar mi libertad. Pero aquel que vuelve a ver, necesariamente cambia su perspectiva. Se aleja cada vez más de la opinión y forma su propio criterio. La monula es, entonces, quien me invita a liberarme de la necesidad de los conceptos de Lo Uno… aunque ello implique ser mal visto por la gente del común.

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  2. La verdadera esencia de las Monulas, es el regalarnos nuevos horizontes, nuevas miradas, nuevos reflejos, nuevos caminos, con total libertad de descubrirlas con la esencia misma del sujeto, el liberarse de juicios y de criterios. Es bello el entregarme a algo sin ataduras y si el pensar en el otro o en el qué, esa mirada tan significativa somos nosotros a través de las Monulas.
    La libertad es belleza, es grandeza, es el bien, por ello las Monulas nos invitan a eso, aunque no parezca tan sencillo.

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